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martes, 22 de septiembre de 2015

En la escuela... ¿se ENSEÑA o se EDUCA?

Imagino que, al igual que yo, muchas veces habréis visto esas fotografías, dibujos, etc. en los que se compara la escuela de antaño con la actual. Miramos mucho atrás y pensamos que "cualquiera tiempo pasado fue mejor", que diría Jorge Manrique. 

Tengo la suerte de contar con muchos amigos profes con los que poder compartir un rato agradable charlando de lo que más nos gusta y, por qué no, reírnos un poco de esas situaciones locas que todos alguna vez en nuestra carrera de docente hemos vivido. 

Pero me sigue sorprendiendo mucho escuchar -y leer- comentarios de algunos profes (no de mis amigos, pero sí de muchos conocidos) quejándose de lo maleducados que son los jóvenes de hoy en día. La sorpresa no viene porque los míos sean educadísimos, que muchos de ellos lo son -y dando clases, además, en FPB me encuentro de todo un poco- sino porque defienden que ellos están para ENSEÑAR, no para EDUCAR.

Todavía recuerdo cuando yo era pequeña (y no hace tanto, solo unos treinta años) y salía a jugar con mis vecinas a la calle. Sobre todo en verano. Bueno, salíamos bastante porque siempre que no estuviera lloviendo nos dejaban salir un ratito, y aquí en Andalucía ya sabéis. A lo que iba. Éramos niñas y niños en la calle corriendo, escondiéndonos, gritando... pero a veces el juego se nos iba de las manos y salía alguna vecina a reñirnos. ¿Y sabéis qué? No pasaba nada. Mi madre no se enfada con la vecina por haberme reñido, muy al contrario, me reñía ella también. 

Antes, la educación no estaba solo en el núcleo familiar, en tu casa, con tus padres, hermanos y abuelos. Antes, cualquiera de las personas que compartían el día a día contigo formaban parte de tu educación. Y esta vecina no se metía en su casa pensando que por qué no era mi madre la que salía a reñirme sino que colaboraba con ella y conmigo en mi educación. 

Por eso me planteo: si tanto nos quejamos actualmente de que los padres no están lo suficiente con sus hijos, de que es la tele la que los está educando en casa, de que no tienen una figura fuerte en casa a la imitar, ¿por qué no colaboramos en la educación de los jóvenes que están en nuestras manos?

En mi colegio lo más importante son los niños. Nos volcamos con ellos. Todo nos parece poco para ellos. Y, por tanto, también nos preocupa su educación. Queremos ser un ejemplo para ellos. Y creo, sinceramente, que eso está bien.

Además, si nuestro gremio es el de la educación, ¿por qué nos vamos a limitar solo a enseñar si una cosa no está reñida con la otra?

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